miércoles, 21 de noviembre de 2007

AY pajarito, pajarito...

No se como paso ni en que momento, parecía que el tan conocido “pájaro de la felicidad” repentinamente habitaba en mi o se había apoderado de mi por una noche, como si mis pies no tocaran tierra, como si tuviese alas, como si volara. Y no parecía importarme que todos miraran mi figura danzante, como si estuviese desequilibrada, porque yo aun sigo pensando que los que están mal son ellos, como si no hubiese cosa mejor que danzar y reír y reír y reír, que acaso nadie les ha dicho que la risa es la mejor medicina para el corazón, que disminuye las preocupaciones y el estrés.
Por favor, chicos ¡dancemos con la vida y riámonos de nosotros mismos!


Ojala todos sean tan felices, como yo aquella noche maravillosa!!!!

1 comentario:

sauceano dijo...

yo ese texto lo lei antes que todos los siguientes que lo lean...lalalala